Es bien sabido que el pescado es fuente de muy buenos nutrientes para la salud y beneficio del organismo, siendo muy recomendable incrementar su consumo semanal y emplearlo como una de las principales carnes de nuestra dieta diaria. Para lograr conseguir un pescado más nutritivo y de mejor calidad, lo primero es elegirlo correctamente, sugiero iniciar por conocer cuáles son los pescados de temporada y siempre conviene observar bien el pescado antes de comprarlo, de esa forma poder reconocer su frescura. Por ejemplo, mirando si sus escamas están unidas entre sí, si su cuerpo está arqueado y rígido, si sus branquias están húmedas o si sus ojos están brillantes y salientes que también es útil para saber si el pescado es fresco. Un pescado fresco tendrá nada o poco olor, tendrá mayor contenido acuoso y será más sabroso y nutritivo, por lo tanto, nos incentivará a su consumo.

El ajo es un ingrediente que nos aporta una gran cantidad de propiedades medicinales como aceites esenciales, quercetina, fructosanos, diferentes vitaminas y minerales entre ellos: calcio, que son muy interesantes para nuestro bienestar, manganeso, potasio o fósforo. Gracias a su composición, el ajo nos puede ayudar a mejorar nuestra salud, reforzar nuestras defensas y hacer que estemos más fuertes y protegidos ante agentes externos.