Los destinos del verano son múltiples en nuestro país, tenemos la gran suerte de que tenemos una variedad en destinos los cuales son diferentes, no solo por su diversidad cultural, sino su gastronomía, historia y las personas que logras encontrar en el camino.
Honduras siendo el país tan diverso, te ofrece un paraíso de opciones las cuales puedes conocer en la facilidad de tu carro y con una excelente compañía, para este viaje nos aventuramos en la carretera al norte.
Cuando uno viaja para las ciudades de Comayagua, Siguatepeque a dirigiéndote a San Pedro Sula o el norte del país vas a descubrir las maravillas de la carretera de Honduras, y conocer parte de nuestra cultura gastronómica y de nuestra gente.
Nuestra primera parada que vas a localizar en el camino es la heladería de Zambrano, que en realidad es un comedor, pero es conocido por su heladería dónde varios viajantes paramos para realizar la primera parada del viaje.
Los helados de Zambrano son conocidos por su sabor natural y su creación a mano, además su delicioso sabor y su naturalidad la puedes sentir dentro. Los helados no son cremosos, pero tienen un atractivo, se parecen a un frappé en circulito y en un cono o vasito.
Después del delicioso cono y descanso podemos seguir el viaje con tranquilidad, luego de pasar la posta de Zambrano, nuestro recorrido sigue hacía los puestecitos de la carretera, en estos vas a encontrar una variedad elementos para comprar.
Vas a poder encontrar desde miel, frutas, cal, pescados, naranjas entre otras cosas para seguir con tu viaje, lo fascinante de estos puestos es que las personas siempre te reciben con una sonrisa de oreja a oreja, su calidez de darte una bienvenida es primordial al momento que paras y compras.
Pero ese stop lo realizamos más adelante, en el camino seguimos y llegamos a la entrada de Comayagua y en la ciudad más histórica de nuestro país nos detuvimos en Atolera Yosselin, donde puedes saborear unas deliciosas fritas, atol y tamalitos de elote.
Las fritas, el atol y los tamalitos son comidas muy tradicionales de la gastronomía Hondureña, estos se realizan en base a una masa de maíz. Para fritas se realiza una masa la cual se muele, se le agregan otros ingredientes y luego en un comal con manteca se fríen. El nombre de allí sale, del proceso de freír.
Es muy común saborear las fritas con azúcar o mantequilla Sula, esto hace que se resalte el sabor del maíz y sientas los sabores de las tradiciones de Honduras, luego de esté delicioso stop, seguid para conocer la historia en nuestro país.
Comayagua es una de las ciudades más importantes de nuestro país, en la cual no solo se encontrará un aeropuerto internacional en las afueras de la ciudad, sino debido al crecimiento de industria y comercio dentro de la misma.
También es una ciudad conocida por su historia detrás, siendo esta la primera capital del país pero resaltando que cuenta con el campanario y reloj más antiguo de Centroamérica, al subir dentro de la iglesia, con mucho cuidado porque los espacios son un tanto reducidos lográs ver toda la ciudad de Comayagua.
En una de las habitaciones, puedes ver el funcionamiento del reloj y como se marcan las horas, minutos y segundos, tuvimos la suerte de escuchar una de las campanas sonar a la media hora, lo cual nos atrajo la atención.
Lo más fascinante es ver a las personas dentro de la ciudad desde el campanario, logramos ver como los y las Comayaguenses, viven su día a día y como la ciudad sigue en movimiento, fue un momento en el cual a nosotros se nos detuvo el tiempo o al menos así se sintió.
Luego de conocer lugares históricos nos detuvimos en un sitio muy particular de Comayagua, fuimos a disfrutar de los sabores de JJ Grill, un restaurante conocido por sus cortes de carnes y especiales por ocasión.
Durante las festividades de Semana Santa te invitamos que disfrutes de los platillos especiales que tienen en JJ Gril, que son: Sopa de Tortas de pescado, Sopa Marinera, Cócteles de mariscos y refrescantes bebidas de verano para tu paladar.
En el restaurante podrás encontrar deliciosos platillos para saborear y puedes disfrutar de comprar tus productos Sula en el supermercado adjunto para seguir con tu viaje viento en popa para disfrutar del verano.
Salimos de la ciudad colonial para seguir nuestro camino a Siguatepeque, no sin antes parar en las famosas artesanías antes de llegar a la ciudad, dónde vivimos la experiencia colonial y conocimos los procesos detrás de la creación de la alfarería.
Vimos cómo se destacaban los colores vivos, las ranitas, los guaraches y las demás creaciones que ellos tienen para vender, en estas artesanías no solo son decorativas, sino que encuentras pequeños viveros para que plantes tus flores favoritas y disfrutes de tu jardín y lo llenes color.
Seguimos conociendo y nos dirigimos en nuestro camino a Agualpa, para conocer los domos, brevemente pasamos por Siguatepeque, pero seguimos la carretera al norte hasta llegar al desvió de Peña Blanca.
Algo que se caracteriza de esta carretera es toda la diversidad que podemos visualizar en la misma, desde las montañas, lo verde de las montañas alrededor, las personas que nos encontramos en el camino.
Al doblar por el camino a Agualpa, logramos apreciar los campos de cultivos y las personas que habitan Peña Blanca, en el camino verás los campos de maíz, piña y muchos frutos más.
En unos minutos nos dimos cuenta de que ya estábamos en el hotel y hacía frío, pero eso no nos detuvo, exploramos después de hacer el check in y conocer nuestras habitaciones. Dentro del complejo, notamos que muchas paredes tenían coloridos murales que mostraban partes de la cultura hondureña, desde uno con la imagen de 18 conejos hasta uno con los campesinos llevando y vendiendo alimentos que ellos preparan.
Estar en Agualpa fue como salir de una burbuja y entrar a una completamente diferente, tienes un campo tan amplio que al final te lleva a un futuro muelle donde vamos a poder ver el lago de Yojoa y su espectacularidad natural.
El hotel te brinda espacios donde podés recrearte y divertirte sin la necesidad de estar cerca de la ciudad, además estás a tan solo 15 min de Pulhapanzak, dónde podrás entretenerte más y disfrutar de la naturaleza del norte de Honduras, lo cual fue nuestro siguiente destino.
Llegar a Pulhapanzak fue un viaje inigualable, no solo por la naturaleza a su alrededor, sino por todo lo que rodea en el camino, uno pasa por el centro de Peña Blanca y logras conocer más del comercio y las personas a su alrededor.
La carretera que va en grandes curvas te va mostrando toda la naturaleza a tu alrededor, logras ver la cordillera del Merendón, dónde hay una diversidad inigualable de flora y fauna, además que el clima con sus vientos frescos y humedad del norte te hace sentir como un explorador en la Jungla.
Pulhapanzak está ubicado a unos 15 minutos de Agualpa y una hora de San Pedro Sula, en la entrada ves gran parte de fauna y flora, la cual te envuelven en su ser y te abrazan como a los exploradores al momento de empezar su jornada.
Exploramos Pulhapanzak, visitamos nuevamente el esplendor de la catarata, si no has ido te lo recomendamos, debido a la experiencia y el refrescarte mientras ves como la naturaleza sigue su paso no tiene precio.
Explorar es una forma en la que conocemos más de nuestra cultura, además que el lugar es bellísimo, pero su encanto y atracción no tiene precio, eso sí, prepará unos buenos burros o zapatos altos y ve con mucho cuidado debido a que el piso está un poco deslizante.
Regresamos a nuestro hotel y descansamos por la noche, luego de un día largo de exploración, a la mañana siguiente tomamos camino ya que teníamos más lugares que visitar, uno de fue el saborear un delicioso pescado en el Lago de Yojoa.
En el lago disfrutamos del restaurante Delicias del Lago, el cual se encuentra en un pequeño cerro, dónde la vista es espectacular y podés apreciar todo el lago en su esplendor.
El Lago de Yoga es uno de los esplendores más atractivos de nuestro país, no solo tiene una gran producción de Tilapias, Robalos y otras especies de pescados, sino que se le conoce por recorrer tres departamentos a la vez (Cortés, Santa Bárbara y Comayagua).
Nada supera al sabor de un pescado del Lago de Yojoa, cuenta con un sazón inigualable que te llena la boca en una explosión de sabores además que es siempre necesario acompañarlo con encurtido y tajadas de plátano fritas.
Luego de terminar el sabroso pescadito, tomamos camino nuevamente a Tegucigalpa, no sin antes dejar de visitar unos lugares insignias en la carretera, como ser los puestos de frutas camino a Siguatepeque.
Allí nos atendió José, un joven padre de familia que vende frutas, su amabilidad nos sorprendió y nos vendió un sabroso coco, el cual estaba helado a pesar de estar en temperatura ambiente y nos refrescó el camino.
Seguimos nuestro camino, ya llegando a el último destino dentro de nuestras stops, que era Finca del Carmen, dónde saboreamos los deliciosos chicharrones que son parte de nuestra tradición como hondureños.
Los chicharrones de Finca del Carmen son una tradición en la carretera del norte, estos se caracterizan no solo por su sabor, sino por su carnosidad y que es una parada insignia cuando viajas de ida o de regreso por la carretera al norte.
Viajar del centro del país al norte o vice versa es una experiencia sin igual, no solo logras experimentar gastronomía y cultura, sino que te maravillas con la calidez de las personas, los colores de nuestra naturaleza, toda nuestra fauna y flora.
Explorar y conocer no lo vas a realizar mediante está historia, sino te invitamos a que salgas y conozcas a tu manera Honduras, vive la experiencia de conocer más de Comayagua, o saborear las naranjas de la carretera, visitar las cuevas de Talgua o explorar destinos pequeños en el camino.
El viaje nos quedó corto, pero algo que si estamos seguros es que debemos volver a explorar este lugar en otro especial, porque Honduras tiene muchísimo que mostrar.